Un servicio de fumigaciones es requerido cuando un lugar ha sido invadido por una plaga, es decir, cuando se presenta un crecimiento descontrolado de organismos que son capaces de afectar las necesidades básicas de alimentación, salud y abrigo, tanto de humanos y animales como de plantas. A pesar de que es bastante común que las personas se refieran a ciertos tipos de organismos como plagas, es importante considerar que un organismo por sí mismo no puede ser considerado como plaga, y que la población de tales organismos debe reunir un número mínimo de miembros para que pueda hablarse realmente de un problema de infestación.
En este punto cabe mencionar, que el tipo de daños ocasionados por una plaga depende de las características biológicas de los organismos y del tamaño de la población, pero en todo caso es necesario adoptar medidas que permitan tener un control sobre ella y eliminarla, para evitar que continúe creciendo y ocasionando daños que representan no solo pérdidas materiales, sino que también pueden comprometer seriamente la salud.
Los ratones, ratas y algunos tipos de insectos son considerados por lo regular como plagas, pero de acuerdo con lo que acabamos de explicar, la presencia de estos organismos de manera individual o en pequeños grupos, no se considera una plaga como tal y para su control, no se requieren de servicios especializados de fumigación, pues basta con adoptar medidas básicas para eliminarlos o ahuyentarlos. Sin embargo, cuando por número y comportamiento dañan a otros seres vivos y, como ya mencionamos, interfieren en la satisfacción de las necesidades básicas de alimento, salud y abrigo, se catalogan como plagas y se requiere de las acciones especializadas de fumigaciones, como las que en Fumicam aplicamos para el control integrado de plagas.
Para facilitar el estudio de poblaciones de organismos que pueden convertirse en plagas y su control, se aplican diferentes criterios de catalogación, el primero de ellos y más general es el lugar donde se presentan, de este modo encontramos plagas urbanas y plagas rurales, y subcategorías más específicas como plagas en viviendas, plagas en comercios y plagas agrícolas.
En cada uno de estos entornos se presentan distintos tipos de plagas, incluso cuando se trata de una misma especie que está ocasionando daño, su comportamiento puede ser diferente, es precisamente por ello que se recomienda contratar servicios especializados con técnicos que se encarguen de la situación, a partir de un análisis de la plaga, se aplicaran las técnicas más adecuadas para el control y prevención de plagas.
En el caso de las plagas que se presentan en edificios de uso residencial, la importancia del control de plagas radica en evitar las consecuencias de su presencia, que en general están asociadas con una disminución en los niveles de salubridad en el hogar, esto por las enfermedades bacterianas y víricas que los organismos pueden llegar a transmitir, en estos entornos, las poblaciones de roedores y cucarachas son las que proliferan con mayor facilidad y la razón más común por la que se recurre a un servicio de fumigación.
Los roedores, por un lado, transmiten enfermedades altamente peligrosas, entre las que se incluye la rabia, y además producen daños en la estructura arquitectónica, en instalaciones eléctricas, e el sistema de tuberías y en el mobiliario, por otra parte, las cucarachas, al igual que las moscas, con las responsables de la contaminación de alimentos y del deterioro de mobiliario, sin mencionar que son bastante desagradables.
Además de estos, otras plagas muy comunes en el hogar son las arañas y los mosquitos, cuyas mordeduras y piquetes, pueden afectar en especial a las personas alérgicas o particularmente sensibles; los xilófagos, que se alimenta con madera y que deterioran mobiliario, acabados y estructuras; las chinches y pulgas que transmiten enfermedades y que al picar o morder ocasionan picor, ronchas e incluso dolor de cabeza y fiebre.
En el hogar, tanto en entornos urbanos como rurales, lo más recomendable es la adopción de medidas preventivas, para evitar que la vivienda sea colonizada por poblaciones de organismos nocivos, esto se puede hacer restringiendo el acceso al interior del edificio, restringiendo la disponibilidad de alimento y agua, así como conservando limpios y organizados los espacios identificados con mayor grado de vulnerabilidad, como las bodegas y la cocina, pues de esta manera resulta más sencillo identificar su presencia y realizar una fumigación que resulte eficaz.
En los espacios destinados a uso comercial y empresarial las plagas más frecuentes son las de organismos rastreros, como cucarachas, arañas y ciempiés; de insectos voladores como mosquitos y moscas; de roedores como ratones, ratas y tusas; de taladores, como termitas y gorgojos, y finalmente de aves. El tipo de organismo que más fácilmente prolifere en instalaciones comerciales y empresariales, depende de las características arquitectónicas de las mismas y en general los daños ocasionados tienen un importante impacto económico, pues no únicamente se presentan pérdidas a nivel estructural y material, sino también se alteran las condiciones de seguridad y salubridad.
Esto último llega a ocasionar perjuicios por el incumplimiento de las condiciones que regulan las operaciones del establecimiento, lo que conlleva a sanciones a la suspensión de actividades o incluso a la clausura del lugar, en estos entornos lo más recomendado es aplicar medidas preventivas con el control de plagas en todas las áreas del establecimiento, desde las áreas de recepción, hasta los almacenes, las de distribución y punto de venta, incluyendo los espacios destinados a realizar tareas administrativas y en caso de que sean utilizados, a vehículos de acarreo y reparto.
Finalmente, en los entornos rurales se identifica un mayor grado de vulnerabilidad a infestaciones por plagas en particular en espacios dedicados a la actividad agrícola, los organismos que en agricultura ocasionan más daño son el gusano cogollero del maíz, las arañas rojas, las moscas de frutas, las mosquitas blancas, los picudos del algodonero, los hongos y bacterias, los nemátodos, los roedores, las malezas y las aves, que además de causar pérdidas transmiten algunas enfermedades.
En estos casos, el control de plagas se realiza a través de un manejo integrado que comprende acciones para la reducción de las poblaciones nocivas, también de manera simultánea, incrementa la resistencia de las plantas para resistir los daños de las plagas, el uso de fungicidas y de otros agentes naturales no químicos, que tienen una acción directa de mortalidad sobre las plagas.
En Fumicam esperamos que esta información les sea de utilidad. En futuras publicaciones en este blog hablaremos a mayor detalle sobre medidas preventivas y de control de plagas. Les recordamos que si están en busca de un servicio de fumigaciones altamente profesional en la Ciudad de México, en Fumicam somos una excelente opción. Para solicitar información detallada acerca de nuestro servicio de control integrado de plagas no duden en ponerse en contacto con nosotros, con gusto los atenderemos.