Adoptar medidas para el control de plagas de hormigas es fundamental para evitar que la población responsable de la infestación continúe creciendo ocasionando más daños que pueden, además de ocasionar problemas de salud, causar pérdidas económicas. En Fumicam, expertos en el manejo de plagas ofrecemos un servicio integral de fumigación, y para que nuestros visitantes conozcan más acerca de las especies que a través de nuestros servicios podrán eliminar, dedicaremos esta publicación en nuestro blog a hablar de las características generales de las hormigas y sobre los tratamientos y medidas preventivas que se pueden adoptar para eliminarla sus plagas.
Las hormigas son insectos que pertenecen al mismo orden de las abejas y avispas, y existen de diferentes tipos: las subterráneas, las arborícolas y las que no crean nidos, sino que invaden los de otras especies tomándolos bajo su control. Las hormigas poseen un orden social complejo basado en castas, en las que cada miembro del hormiguero desempeña funciones específicas, entre las que se encuentran la de protección y expansión del nido, cuidado de las larvas y búsqueda de alimento, y tanto por ello como por su ciclo de vida, pueden convertirse fácilmente en plagas. Existen numerosas especies de hormigas, pero las más destacadas son la hormiga negra o de jardín, la hormiga de pavimento, la hormiga faraón, la hormiga argentina, la loca y la carpintera, por la manera en que pueden llegar a afectar a los seres humanos y que para su manejo exige un servicio de fumigación.
La hormiga negra o de jardín, Lasius niger, se encuentra comúnmente en hogares y terrazas, en el suelo, bajo rocas, en losas de jardines y en capas de aislamiento de cemento o madera. Son de un color negro con reflejos grises y las obreras miden entre 3 y 5 mm, mientras que la reina puede medir hasta 11 mm y recorren largas distancias en búsqueda de alimento. Si bien por la relación que mantienen con otros insectos, su presencia es necesaria y contribuye a mantener un equilibrio entre poblaciones de arañas y pequeños insectos, al llegar a zonas cercanas a poblaciones humanas pueden ocasionar daños a sus alimentos, y al ser una especie que favorece la presencia de pulgones, incluso los cultivos pueden verse severamente afectados por ellas.
La hormiga de pavimento, Tetramorium Caespitum, se establece comúnmente como plaga en hogares. Se caracteriza por tener dos espinas en el último segmento del tórax y surcos que van de la cabeza al tórax, llegando a alcanzar un tamaño de entre 2 y 3 mm en las obreras y de hasta 8 mm en la reina. Con un calor café negruzco y antenas y patas de un tono más claro, habitan en espacios interiores, anidando en paredes, debajo del suelo y en aislamientos cercanos a fuentes de calor y que tengan contacto con el exterior. Al igual que las otras hormigas los principales daños que causan las de pavimento es al alimento del humano.
Por otro lado están las hormigas faraón, Monomorium Pharaonis, que miden alrededor de 2 mm de largo y su reina 4 mm. Se caracterizan por su color claro amarillento que va al café rojizo y algunas pueden tener alas. Estas hormigas suelen encontrarse en interiores inaccesibles con altos niveles de temperatura y para moverse en búsqueda de alimento utilizan el cableado eléctrico. Es muy común que sus hormigueros sean de gran tamaño y se localicen en locales comerciales dedicados al giro de la alimentación, y dado que en el momento en que se sienten amenazadas pueden dispersarse fácilmente, es difícil controlar una plaga de esta especie.
La hormiga argentina, Linepithema Humile, aunque como su nombre lo indica es originaria de Argentina, se ha expandido a otros países. Las hormigas argentinas obreras llegan a medir hasta 3 mm y las reinas 5 mm, y a diferencia de las especies anteriormente descritas, en un hormiguero de estas es posible encontrar varias reinas, por lo que su población crece aceleradamente. Los principales riesgos de una plaga de estas hormigas es que además de contribuir a la proliferación de pulgones, lo que afecta los cultivos y cosechas, atacan directamente a animales de movilidad limitada, además de causar alteraciones en las comunidades vegetales, afectan los alimentos y ocasionan grandes invasiones de hogares, comercios e industrias especialmente en las temporadas más frías del año ya que buscan una fuente segura de alimento. Cabe mencionar que esta especie de hormigas se ha asociado con algunas intoxicaciones alimentarias al transmitir microorganismos patógenos.
La hormiga loca, Paratrechina longicornis, forma colonias bajo piedras o madera podrida y reciben el curioso nombre de hormigas locas porque se mueven de manera errática, aunque también se conocen como vagabundas. Se alimentan de pequeños insectos y principalmente de alimentos caseros dulces, encontrándose principalmente en huecos de paredes y bajo el suelo, en áreas cercanas a tuberías de agua caliente y calefactores. Finalmente las hormigas carpinteras, del género Camponotus incluyen numerosas especies de hormigas arbóreas que se alimentan de secreciones de otros insectos. Se caracterizan por ser robustas y grandes, de color oscuro con grandes mandíbulas para morder, por lo que pueden confundirse con termitas, además porque anidan en la madera aunque no se alimentan de ella. El principal problema con estas hormigas es que deterioran estructuras y muebles de madera, ocasionando pérdidas materiales.
Las medidas preventivas que se recomienda para el control de plagas de hormigas incluyen sellar fuentes de acceso, como ventanas y puertas, restringir acceso a alimentos, poniendo especial cuidado con alimentos como harinas, café y té. Además es recomendable mantener los espacios limpios y mantener los contenedores de basura cerrados y limpios. En caso de que se identifique una infestación de hormigas lo mejor será contactar a profesionales que indiquen el tratamiento que resulte más eficaz.
Los tratamientos de fumigaciones incluyen el uso de productos químicos insecticidas aplicados por pulverización o en gel, las medidas de control que acabamos de mencionar e inspecciones exhaustivas realizadas de manera periódica para comprobar el estado de la población, y en su caso, implementar los cambios necesarios en el tratamiento. Antes de comenzar con un programa de fumigación es importante tener en cuenta que puede tomar tiempo llegar al control de la plaga y que incluso después de que el problema se pueda considerar superado, será necesario darle seguimiento para evitar que vuelva a aparecer.
Si buscan servicios profesionales en control de plagas, en Fumicam nos ponemos a sus órdenes para ofrecer soluciones integrales a sus problemas de infestación. Para mayor información no duden en contactarnos, con gusto los atenderemos.