Muchas personas toman como sinónimos los servicios de fumigaciones y control de plagas, cuando tienen muchas diferencias; de hecho, la fumigación es una medida efectiva del control de plagas, pero no es la más utilizada como suele pensarse. Antes se realizan una serie de pasos y acciones preventivas para evitar que insectos y roedores se conviertan en una infestación que requiera el uso de productos químicos para ser eliminada.
De acuerdo con el espacio, tipo de plaga y el nivel de presencia que tiene, los especialistas decidirán si requiere de una fumigación u otros métodos para controlarlas y alejarla de sus hogares. Las plagas más agresivas y que se reproducen con rapidez, como cucarachas, termitas, chinches, entre otras, requieren de métodos agresivos como la fumigación, mientras que para roedores, arañas y otras alimañas, un control de plagas será suficiente.
¿Cuándo tiene sentido un servicio de fumigación?
Durante la fumigación se utilizan productos químicos fuertes en forma de líquido, polvo o gas. Este último puede representar un riesgo para las personas y mascotas, por lo que deberán abandonar sus espacios de uno a cinco días, de acuerdo con el producto y tamaño del inmueble. Por esta razón, se busca evitar y aplicar otros métodos; sin embargo, en algunas situaciones, la fumigación es la única medida verdaderamente efectiva.
Los principales casos donde se recomienda una fumigación son:
- Hay fuentes de alimentos comprometidas. En los entornos comerciales e industriales, la fumigación es adecuada y segura para situaciones en las que las fuentes de alimentos han sido contaminadas por plagas y se pone en riesgo la inocuidad y calidad del producto, así como la salud del consumidor. En estos sitios se pueden usar químicos especiales que no dañan los alimentos.
- Plagas no visibles. Las cucarachas y ratones son fáciles de identificar, pero hay plagas que no se ven y representan riesgos mayores, como las chinches, que se refugian dentro de los colchones y muebles, o las termitas, que no se detectan hasta que son un grave problema. Para erradicar estas plagas por completo, la única opción es un proceso de fumigación.
- Si requieren una solución rápida. La fumigación es el método más rápido y eficiente para eliminar una plaga. Si lo que requieren es deshacerse de las alimañas a la brevedad y están dispuestos a tomar las medidas de seguridad, como dejar sus casas por unos días, el proceso de fumigación es su mejor opción, aunque deben tener en cuenta que se trata de una solución a corto plazo, ya que a largo plazo las plagas pueden volver, por lo que es necesario realizar pasos adicionales y tener un adecuado control por parte de profesionales.
El hecho de que hayan observado plagas en su hogar, comercio o fábrica no significa que la fumigación sea inevitable. De hecho, las compañías experimentadas de control de plagas tienen muchas opciones a su disposición y pueden identificar el mejor plan de ataque según la naturaleza del problema.
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